miércoles, 25 de abril de 2012

FRANCISCO GOYA
(España 1746 - 1828)

 Francisco Goya, a quien se le considera ser “El Padre del Arte Moderno”, empezó su importante carrera de pintor y artista siendo controversial, al final del periodo “Barroco”. Al expresar francamente sus pensamientos y creencias, dos factores importantes, que dieron la impresión de ser contradictorias como fue su costumbre.

 Llegó a ser el pionero de las tendencias nuevas que llegaron a su culminación en el siglo XIX, , pero que al final no lo fueron, y que dominaron su arte.
Autorretrato de Zurgena
Madrid, España

 Estos pensamientos y creencias, representaron la reacción contra concepciones previas del arte y el deseo de encontrar una forma nueva de expresión.


La obra "Autorretrato de Zurgena", es uno de los primeros que realizó, y en el que se muestra de un modo directo e implacable sin ningún intento de idealización. Se representa como un joven artista de largos cabellos, inconformista, a la expectativa, con el espíritu despierto y la mirada plena de decisión.

 Para entender el alcance del arte de Goya, y para apreciar los principios que gobernaron su desarrollo y su tremenda versatilidad, es imprescindible entender que su aportación cubrió un periodo de más de 60 años, ya que, continuó la difusión de su labor de dibujar y pintar hasta la edad de 82. La importancia de este factor es evidente cuando se compara su actitud hacía la vida en su juventud, hasta cuando aceptó felizmente el mundo tal y como era en su madurez. Ya en su vejez llegó a ser amargo y desilusionado con la gente y la sociedad. Además, el mundo cambió totalmente durante su vida. La sociedad, en la cual había alcanzado un éxito enorme desapareció durante la guerra Napoleónica.

 Mucho antes del fin del siglo XVIII, Goya había encontrado sus nuevos ideales y las había expresado en su aportación gráfica y sus nuevas pinturas.

 Como artista, Goya se ubicó por su temperamento lejos de las obras clásicas, solo en algunas de sus obras llegó a estar cerca de un estilo clásico, pero en la gran mayoría de su trabajo, el estilo “Romántico” triunfó.

 Nacido en Zaragoza, España, obtuvó empleo cuando era joven con el artista mediocre José Luzan, del cual aprendió a dibujar, y como era la costumbre de la época para los aprendices, realizó algunas copias famosas de pinturas de varios maestros.


Adoración del nombre de Dios
En la obra "Adoración del nombre de Dios", en su ejecución final, refleja los estereotipos de la pintura religiosa católica tardo barroca. Se disponen dos grupos de ángeles a los lados que enmarcan una escena central presidida por el símbolo de Dios padre, un triángulo equilátero con su nombre inscrito. Este fresco decora el techo del coreto de la Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.

 A la edad de 17, viajó a Madrid en la búsqueda de su propia identidad, y, donde su estilo fue influenciado por dos artistas, uno de ellos fue el último de los grandes artistas Venecianos  "Tiépolo", así como por el artista neo-clásico, algo frio y eficiente, "Antonio Rafael Mengs".


 Pronto creció una leyenda acerca del artista, por  poseer una personalidad notable, ser independiente y libre de perjuicios y, a veces, un aventurero intrépido y un toreador aficionado.


 También sabía pintar al fresco, y al volver de Itália a fines del año 1771, le fue encargada la obra de preparar varios dibujos para un mural de la cúpula del Templo de la Virgen del Pilar en Zaragoza.


El Parasol
Museo del Prado
 Goya se casó con Josefa Bayeu cuando estuvó en Madrid, en esa época empezó borradores de sus diseños para tapicerías. Desde 1974 hasta 1792, trabajó para las fábricas y hizó dibujos para varias tapicerias. Fue en este periódo que ganó fama para sus representaciones de la vida folklórica y paisajes.


En la obra "El Parasol", Como era habitual, Goya elige otra escena costumbrista dentro del ambiente del pueblo, donde aparecen dos figuras, una jovencita vestida a la moda francesa, y un criado, «cortejo» —acompañantes de las mujeres casadas de elevada clase social— vestido a lo «majo», sin que la descripción del propio autor dilucide si la escena es de flirteo o simple dama con criado.


 En el año 1780, fue eligido un miembro de la Académia de San Fernando y presentó “La Crucificada”. En esta pintura, Goya siguió las reglas académicas, probando que era un maestro del estilo convencional. En 1785, cuando fue hecho Director Diputado del Departamento de Pinturas, empezó a recibir pedidos de la aristocracía. El primer pedido fue por “El Festival Folklórico del dia de San Isodor”.

Condesa de Chinchón
Madrid, España
 Sus retratos de este periodo muestran todavía un entendimiento de la fascinación de las mujeres y de los niños, no igualado por ningún otro artista con la posible excepción de Renoir. Dos retratos de mujeres en esa época muestran claramente esta calidad "Doña Antonia Zarate", orgullosa, recta, coqueta y algo triste. y la obra "Condesa de Chinchón" pintada en el año de 1800, y que es considerada la más tierna de todos sus retratos de mujeres, en lo cual el rostro infantil y la anchura frágil de los hombros se contrasten con el traje expansivo y hermosamente pintado.



 Durante la ultima parte de su vida, antes de irse a Francia donde murió, Goya cubrió las paredes de su “Quinta del Sordo” con sus famosas “pinturas negras”, las últimas y las más misteriosas y extremas de su genio extraño y atormentado. Parece que algunas de sus visiones penetran más a fondo las partes oscuras de la mente de lo que nosotros podemos penetrar. Una de ellas “Saturno Devorando a uno de sus Hijos” es uno de las pinturas más horrendas que jamas se ha pintado.

 Su vida llegó a un punto culminante, aislamiento y desesperación donde se crearon las extrañas condiciones, y que es cuando produjó sus obras de arte más profundas. Personificó de muchas maneras el espíritu de España, donde pareció que el poder y la belleza de la muerte existió en el aire.

"La Maja Vestida"
Una de sus obras más famosas es "La Maja Vestida", donde el traje blanco de esta Maja se ciñe de tal forma a la figura, en particular el sexo y los pechos, que parece más desnuda que la otra. La cintura la resalta mediante una lazada rosa. La nota de color del cuadro la pone la chaquetilla corta o bolero, similar al de los toreros, de mangas anaranjadas con los puños rematados con encaje negro. Lleva zapatos dorados de pequeño tamaño.


"La Maja Desvestida"
Y su contra parte o complemento, la no menos famosa "La Maja Desvestida", en ambas pinturas se retrata de cuerpo entero a una misma y hermosa mujer, recostada plácidamente en un lecho, y mirando directamente al observador. No se trata de un desnudo mitológico, sino de una mujer real, contemporánea a Goya. e incluso en su época se le llamó "La Gitana". La primacía temporal de La maja desnuda indica que en el momento de ser pintado, el cuadro no estaba pensado para formar pareja de su contra parte.

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